jueves, 3 de noviembre de 2016

“Libertad sin ira”, actualizada a estos rufianescos días



La nación singular o la nación una es sin duda un apelativo moderno querido y amado por nacionalistas y micronacionalistas de todo pelaje. En el lenguaje tradicional anterior al advenimiento del liberalismo se decía sin rubor las Españas, luego con la llegada del liberalismo y comenzada la discordia y la dispersión, cuyos caracteres satánicos están cada vez más a la vista, se afirmó en un papel – la constitución- que España es una nación; más tarde incluso se proclamó de manera vociferante que no solo era una, sino también grande y libre, aunque no sabemos muy bien de qué. Claro que todo esto se quedó literalmente chiquito ante las nuevas afirmaciones micronaciolistas que  proclaman hasta el delirio histérico supremacismos de todo tipo, desde raciales, lingüísticas, civilizacionales –la cultura es un asunto bastante desconocido en nuestros días-  hasta progresistas, igualitaristas, partitocráticos –que no democráticos- y crematísticos -que no económicos-.

Los curiosos de la historia aún pueden recordar la existencia de los viejos territorios forales vascongados, que el moderno nacionalismo trata de erradicar y uniformizar: lengua artificial única, progresiva erradicación de la legislación foral, partido único –si pudieran- y otros modernismos que nos auguran redentores.

La genuina Castilla, similar en muchos aspectos a los territorios forales vascongados, sufrió hace siglos el despojo de sus fueros, de su organización local, de sus tierras comunales – las modernas y ladronas desamortizaciones- y sin embargo se nos propone también una solución moderna: “Castilla Única” , Opino que la verdadera restitución castellana, pasaría por la  restitución y fortalecimiento de las Diputaciones Provinciales, en alguna medida heredera de los antiguos territorios forales – comunidades de villa y tierra y merindades- , y por la restitución de competencias de las llamadas autonomías con sus capitales pletóricas de políticos, funcionarios y fiscos voraces, amén de despilfarros y deudas sin límite, que son una versión centralista de Madrid pero en peor – véanse los Valladolides y Toledos-; lo que nos hace concluir que lo mejor conservado la las viejas libertades castellanas se refleja todavía un poco en las llamadas Cantabria, Rioja y Madrid que justamente los modernos quieren “unificar” por lo visto para entrar con más vigor en la lucha y el conflicto –el polemos de los griegos-  

La unión de los disperso no es tarea del hombre, ni de sus ideologías, ni de sus luchas, ni de sus crímenes; la reunificación de lo disperso es tarea del espíritu, bien expresado para quien sepa leer en el salmo 128    



“Libertad sin ira”, actualizada a estos rufianescos días


Una actualización de “Libertad sin ira” de Jarcha a nuestros RUFIANESCOS DÍAS

(en donde además gente que junta los sueldos y las prebendas de europarlamentarios y diputados al Congreso entran en éste con el puño levantado, como en una película vieja, y por el reconocimiento de todas las naciones culturales existentes en España, también las dos que existen en las plurales Cataluña y Vasconia -que éstas sí que son “nación de naciones” en su interior-, y por el reconocimiento de las naciones culturales singulares, como Castilla)

Los jóvenes viejos del Diecinueve
en este veintiuno
por cobrar cien veces más que la plebe
aún levantan el puño.
Los jóvenes viejos del Diecinueve
son los tribunos
del odio. El peor pasado promueven
cobrando más que ninguno.
Los jóvenes viejos del Diecinueve
se inventan pueblos
que la Historia no pruebe
negando al de enfrente
y hasta al otro pueblo que se mueve
dentro de su propia gente.
Libertad, libertad sin ira,
sin ira libertad.
Guárdate tu miedo y mira
que igual tu pueblo es plural

Libertad, libertad sin ira,
sin ira libertad.
Guárdate tu miedo y mira
que igual tu pueblo es plural
Cataluña es plural
nación de naciones internas,
las dos quieren libertad
y no exclusiones eternas.
Libertad, libertad sin ira,
sin ira libertad.
Guárdate tu miedo y mira
que igual tu pueblo es plural.

Libertad, libertad sin ira,
sin ira libertad.
Guárdate tu miedo y mira
que igual tu pueblo es plural
Vasconia es plural
nación de naciones internas,
las dos quieren libertad
y no exclusiones eternas.
Y una de ellas no chulea
ni amenaza
una de ellas no rufianea
no ha disparado ni mata.
Libertad, libertad sin ira,
sin ira libertad.
Guárdate tu miedo y mira
que igual tu pueblo es plural.
Eso es lo que hay que lograr
para una verdadera igualdad
interna, admitir esa pluralidad
dentro de la España que en sí es plural
y que la España que es singular
también sea reconocida
como nacionalidad.
Igual, igual, igual,
que las que dentro de sí
(como Cataluña y Vasconia)
sí tienen pluralidad.
Libertad, libertad sin ira,
sin ira libertad.
Guárdate tu miedo y mira
que igual tu pueblo es plural.

Libertad, libertad sin ira,
sin ira libertad.
Guárdate tu miedo y mira
que igual tu pueblo es plural.
¡Libertad, libertad sin ira,
sin ira libertad.
Guárdate tu miedo y mira
que igual tu pueblo es plural!
Libertad, libertad sin ira
sin ira libertad.
¡Y sin ninguna asimetría
igualdad territorial!
¡Castilla, quiere igualdad
y simetría,
por su singularidad
y necesidad!
¡Castilla, que solo es una
quiere unidad
y reconocimiento de singularidad!
Juan Pablo Mañueco