lunes, 23 de febrero de 2015

Para alucinar sobre Grecia


 

 

Una vez más os recuerdo que yo ni ninguno de vosotros es capaz de asegurar con una mínima confianza si los datos que aquí se dan son ciertos.

El resumen viene sin firmar, aunque si viniera firmado, tampoco sería de fiar (para mi).

Yo os lo envío, como es mi deber, y que lo lea el que quiera.

Saludos

 

 

 Para alucinar sobre Grecia

 

Expertos encargados por la unión europea para  estudiar las causas que han llevado a Grecia a la presente situación económica; Reportan:

 

Falsearon su contabilidad para entrar en el euro, y luego siguieron falseando su realidad, hasta que la cosa estalló.

 

Había jubilaciones masivas a los 50 años.

 

Había 50 conductores por cada coche oficial, de promedio

 

-Había 45 jardineros para una maceta con 4 arbustos en el hospital  Evangelismos.

 

- Tiene la población ficticia más alta del mundo de personas de 110 años porque no se dan de baja los muertos y se cobra su pensión.

 

- La unión europea ha detectado que hay familias que cobran 4 y 5 pensiones que no les corresponden (no sé porque me acorde de las raticas magistrados colombianos)

 

- Hay pensiones que se siguen cobrando con muertos que murieron en 1953, hace 48 años.

 

- 40.000 señoritas reciben una pensión vi-ta-li-cia de 1.000 euros mensuales por el mero hecho de ser hijas solteras de funcionarios fallecidos y que le cuesta a las arcas del Estado 550 millones de euros al año. Ahora sólo la cobrarán hasta que cumplan 18 años.

 

- Los marcapasos en los hospitales griegos se adquirían a un precio 400 veces superior al que pagan los hospitales británicos.

 

- En Grecia son  numerosos los trabajadores que se han beneficiado de jubilaciones anticipadas fijadas en 50 años en el caso de las mujeres y 55 años (Esta ley fue aprobada por el gobierno socialista de 1978) en el caso de los hombres- por pertenecer a alguna de las 600 categorías laborales consideradas especialmente extenuantes, y entre las que se incluyen los peluqueros (por aquello de que los tintes que utilizan pueden resultar nocivos), músicos de instrumentos de viento (soplar una flauta es agotador) o presentadores de televisión (se supone que los micrófonos provocan daños en la salud).

 

- Hay miles de chollos, ministerios e institutos inservibles, de los que comen un montón de griegos. Como ejemplo el Instituto para la Protección del Lago Kopais, un lago que se secó en 1930. (1763 griegos son empleados para la protección del lago)

 

- El fraude fiscal es masivo, más del 25% de los griegos no paga un duro en renta de personas físicas, pero 0, ni descuento ni pago.

 

- Por otro lado el peso del sector público en la economía es aplastante- Tienen cerca de un millón de funcionarios para 4 millones de griegos de población activa. Ellos hacen como que trabajan y el estado hace como que les paga.

 

- El salario medio de los empleados de los ferrocarriles públicos griegos supera los 66.000 euros al año. Y esto incluye a limpiadores y otros trabajadores de baja cualificación. El metro de Atenas (casi gratis) recauda unos 90 millones de euros en tickets cada doce meses, mientras que el coste total de esta empresa pública es superior a los 500 millones

 

- Los franceses reciben de media como pensión un 51% de su último salario, los alemanes un 40%, los norteamericanos un 41% y los japoneses un 34%. Mientras, los jubilados griegos se embolsaban un 96% del total de lo que cobraban trabajando

 

- En la última década, se han creado más de 300 nuevas empresas públicas

 

- Grecia tiene cuatro veces más profesores que Finlandia, el país que mejor nota sacó en el último Informe PISA, pero esa  superpoblación de docentes sólo le ha servido para estar entre los países  europeos con peor nivel en casi todas las pruebas educativa y sus profesores junto con los de España y Portugal, que también obtienen resultados lamentables, son después de Luxemburgo los mejor pagados del mundo,  los que más absentistas y los que menos alumnos atienden.

 

- La UE ya le perdonó el 60% de la deuda y el otro 40% para empezar a pagarlo dentro de 30 años y quieren que se les preste más y que se les compren bonos basura. A España le deben más de 26 millones de €, más lo que nos toca de la deuda de la UE y Mariano Rajoy, creo que con mucha razón, ya les ha dicho que a España no le sobra y que gasten menos y paguen sus deudas y que no esperen que se les dé más dinero.

 

domingo, 22 de febrero de 2015

El municipio como entramado de familias (José Mª Gil Moreno de Mora)



Con motivo de las próximas elecciones municipales, no está de más reflexionar acerca de lo que es un municipio como sociedad intermedia, puesto que el personal no concibe nada más que el individuo aislado frente a el Estado y al municipio como un apéndice más de él.


En su origen no fueron así las cosas, en el artículo adjunto se detalla lo que fueron en su origen los municipios y como dejaron de serlo en las grandes urbes, a pesar de conservar el nombre. Sin ser una gran urbe Ávila participa hoy día sin embargo de muchas de las características municipales burocráticas y anónimas de las ciudades grandes y de la consiguiente indiferencia ciudadana por la política municipal.


El municipio como entramado de familias
José Mº Gil Moreno de Mora
Editorial SPEIRO Madrid 1971


 https://www.dropbox.com/s/mkqiowtta4ybwor/MUNICIPIO%20ENTRAMADO%20FAMILIAS.pdf?dl=0



Trasparencia de asociaciones subvencionadas

Teresa-de-Jesus

Asunto:
 Transparencia de asociaciones subvencionadas | Periodistas en Español

Transparencia de asociaciones subvencionadas

Siguiendo las actividades de una asociación abulense relacionada con el Camino de Santiago, y en este 2015 con el centenario de Teresa de Jesús, que opera desde su creación con subvenciones de instituciones oficiales, he detectado lo siguiente:
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http://periodistas-es.com/transparencia-de-asociaciones-subvencionadas-48086 

Rafael Jiménez Claudín
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Isabel La Católica se sube al escenario del C.C. P. María Victoria Atencia

SI PROCEDE, QUEDARÍA MUY AGRADECIDO POR  SU PUBLICACIÓN
Un saludo
José Antonio Sierra
E-mail: antonio.sierra2o@yahoo.es 
Móvil: +34 615137715

Asunto: Isabel La Católica se sube al escenario del Centro Cultural Provincial María Victoria Atencia


Si no puede ver este mensaje correctamente, acceda a la versión web.

Isabel La Católica se sube al escenario del Centro Cultural Provincial María Victoria Atencia

La compañía teatral Histrión retrata a una de las reinas más importantes de la historia de España en su momento más frágil
 
La representación tendrá lugar el próximo viernes, a partir de las 20.30 horas

Domingo, 15 de febrero de 2015

El Centro Cultural Provincial María Victoria Atencia, dependiente del área de Cultura de la Diputación de Málaga, recibe, el próximo viernes, 20 de febrero, una visita muy especial.La reina Isabel I de Castilla, conocida como La Católica, muestra su faceta más frágil con la obra ‘Desmontando a Isabel’.
Esta obra se enmarca dentro de la programación de Culturama de la institución provincial que se desarrollará entre los meses de febrero y marzo. En esta primera cita, la compañía Histrión, procedente de Granada, interpretará esta obra que es la encargada de inaugurar la temporada teatral de 2015.
El espectador acompañará a la actriz Mari Paz Sayago, que da vida a Isabel I de Castilla, un día de verano de 1504, en el que acaba de tener la disputa definitiva con su hija Juana, pero su dolor como madre no hará flaquear su rigor como reina. Ella está cavilando la estrategia a seguir, cuando recibe la visita de su médico de cámara, que le confirma el diagnóstico. De pronto todo adquiere otro sentido y nada terrenal parece urgente frente a la necesidad de revisar su conciencia: dentro de poco hará frente a su último desafío y para Isabel la Católica no habrá mayor victoria que el arrepentimiento.
La compañía Histrión, procedente de Granada, es una de las más veteranas y referente nacional en teatro tanto clásico como contemporáneo. Alabada por las críticas de los principales medios de comunicación del país, ha producido 17 espectáculos y ha recibido numerosos premios y menciones, entre ellos el de Mejor Espectáculo en Gira 2010 de la Feria Internacional de Artes Escénicas de Aragón por ‘Del maravilloso mundo de los animales: Los Corderos’.
La obra comenzará a partir de las 20.30 horas y las entradas se podrán obtener en las taquillas del Centro Cultural Provincial, en el Auditorio Edgar Neville y en la página web www.unientradas.es. El precio será 10 euros y 7,5 euros para los socios de Culturama.
 
Cartel de   Descargar

Gotarrendura, posible cuna de Teresa de Jesús


Gotarrendura, posible cuna de Teresa de Jesús


Gotarrendura reivindica el nacimiento de Teresa de Jesús en la finca familiar
Mª Luz González Canales* La celebración del V Centenario del Nacimiento de Teresa de Jesús ha puesto de actualidad el debate nunca resuelto entre Ávila y Gotarrendura acerca del lugar de nacimiento de la santa. La controversia encuentra su razón de ser en que, hoy por hoy, no existe ninguna prueba documental que demuestre de […]
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http://periodistas-es.com/gotarrendura-posible-cuna-de-teresa-de-jesus-48210

Rafael Jiménez Claudín
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Santa Teresa, religión y ajedrez

Un saludo
José Antonio Sierra
 
 


Santa Teresa, religión y ajedrez

La partita a scacchi (1902)Micali Giuseppe
Los ajedrecistas somos afortunados, no sólo tenemos una diosa, la musa griega Caissa, sino también una santa, Teresa de Jesús, cuyo quinto centenario de nacimiento se celebra en diferentes ciudades españolas durante todo este año.
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Rafael Jiménez Claudín
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viernes, 20 de febrero de 2015

Apuntalando el sistema .Soros financia a Podemos


Agencia FARO agenciafaro@carlismo.es [FAROagencia]
 
  • Visitó Salamanca el Delegado Nacional de Juventudes Tradicionalistas

Salamanca, febrero 2015. (Corresponsal). El pasado 8 de febrero el Delegado Nacional de las Juventudes Tradicionalistas de España se reunió con un nutrido grupo de jóvenes salmantinos en un céntrico restaurante de la ciudad del Tormes. El motivo fue la discusión y planificación de acciones políticas, culturales y cívicas a corto y medio plazo en la capital helmántica.

En dicha reunión se analizó con detalle el fenómeno político y sociológico del grupo político Podemos, del que se extrajeron las consecuencias debidas, constatándose que el sistema actual de 1978 da señales de agotamiento. El consenso dicho encuentro es que Podemos no es sino un apuntalamiento último del sistema, como demuestra el hecho de que Soros también financie al nuevo partido. Así pues se ve que el tradicionalismo político constituye la única opción genuina, en pro de la justicia social totalmente independiente de cualquier tipo de lobby, secta o logia.
 

Podemos, la caspa que viene. Alejandro Muñoz Alonso, catedrático de la UCM

PODEMOS, LA CASPA QUE VIENE  
Alejandro Muñoz-Alonso
Catedrático de la UCM



Me había resistido en esta columna a abordar directamente ese fenómeno llamado Podemos, pero al final, a pesar de lo disparatado que me parece todo este asunto, no he tenido más remedio. Especialmente después de las últimas encuestas publicadas que hacen, aparentemente, de ese nuevo partido la clave de la futura configuración política española. Pero sigo pensando que vivimos en una situación aberrante: No creo que haya ni haya habido ningún otro país en la civilizada Europa en el que se haya dedicado tanto espacio y tanto tiempo, tantos titulares y tantos editoriales, tantas tertulias y tantas entrevistas a un partido que no tiene, por el momento, ni un solo escaño en ninguna de las dos Cámaras del Parlamento, ningún puesto en ningún Parlamento autonómico y que, se sepa, ni una sola concejalía a su nombre en ninguno de los nueve mil largos municipios del país. Al menos Alexis Tsipras, el modelo helénico de estos chicos, antes de ganar las últimas elecciones tenía ya un grupo de 71 diputados, en un Parlamento de 300, que no es poco. Podemos tiene sí, media decena escasa (5) de escaños en el Parlamento Europeo, conseguidos en unas elecciones con distrito nacional único y con una masiva abstención de la enorme mayoría del electorado “normal”. Pero, ¡manes de Gil y de Ruiz Mateos! eso, por sí solo, vale poco para la política nacional.
Algún día, quizás, alguien haga una investigación en toda regla y con toda la seriedad requerida para averiguar por qué este país –de la izquierda a la derecha- se volvió totalmente loco y se empeñó en poner en el primer plano a unos cuantos muchachos de asamblea de facultad, reconvertidos en partido político, al socaire de sus buenas relaciones de algunos de los regímenes menos presentables del planeta, que les han financiado generosamente, como una inversión a largo plazo. Fuentes financieras que siguen, como método, las viejas pautas de aquel útil instrumento que fue la Komintern/Kominform, que desde Moscú avanzaba sus peones, sin descartar que quizás llegaría el día en que podría también hacer avanzar sus tanques. Vale la pena recordar las andanzas de Willi Münzerberg, uno de los más avezados propagandistas al servicio del Kremlin, relatadas fabulosamente en el libro de Stephen Koch El fin de la inocencia.
Instalados en plena irracionalidad -que no en vano Goya nos recordó que “el sueño de la razón produce monstruos”- se le ha dado cuerda y, sobre todo, pantallas de televisión, a este grupo que no puede disimular que no ha tenido otro alimento intelectual que un acendrado y herrumbroso marxismo-leninismo, que hiede porque hace tiempo venció su fecha de caducidad, salpimentado de pachanga caribeña, como alguien calificó, hace más de medio siglo, la llegada al poder de Fidel Castro, asegurando que aquello no tenía porvenir. Que se lo pregunten a los millones de cubanos que han padecido desde entonces aquella cruel e inhumana dictadura comunista que, afirmaban convencidos los optimistas, será imposible que se consolide a 60 millas del coloso americano. Para completar el mejunje ideológico, se han puesto bajo la protección del Irán de los ayatolahs, que se sienten legitimados para condenar a muerte con susfatwas a cualquier infiel que lo merezca, sobre todo si es un poco “mariconsón” como le gustaba decir al viejo Fidel. Todo muy moderno… ¿Serán los pasdarán iraníes su fuerza de choque para eliminar a los discrepantes? Lo más divertido es que para “bautizar” a ese todo heterogéneo y abigarrado no han encontrado otra cosa que copiar descaradamente el lema electoral de Obama, el jefe del odiado Imperio: Yes, We can. ElWe can obamiano se ha transformado en el Podemos de su título y el yes les vale para su grito de guerra “¡Sí se puede”! con el que animan a sus seguidores en su mítines -celebrados en salas contratadas para conciertos, que es más barato- mientras se balancean pausadamente y se aplauden unos a otros, en el mejor estilo soviético. ¿No estaremos ante la más cumplida y depurada realización de la zapateril Alianza de Civilizaciones?
Y lo más curioso de todo este despropósito político es que se ha montado a base de encuestas, esas decenas y decenas de encuestas que se han publicado desde mayo de 2014 y que han llevado a una buena parte de la opinión pública española a la convicción/temor/esperanza/que se jodan (los de la “casta”) de que estos chicos son imparables. Encuestas –si se le permite a este modesto catedrático de Opinión Pública –impresentables en muchos casos pues con muestras de 800 se atreven a asignar escaños y otras barbaridades técnicas por el estilo. No me refiero al CIS que es más serio. Y se olvida, además, esa primera lección de la sociología electoral –clave de cualquier análisis, como me insistió hace años Sir Robert Worcester, “mago británico” de las encuestas-y es que no se pueden comparar sin más, salvo con mucha prudencia y cuando estamos ya a pocas semanas de las elecciones, las estimaciones de voto de las encuestas con los resultados electorales. “Cualquier persona normal –decía Sir Robert- conoce muy bien la diferencia entre contestar a un encuestador y depositar una papeleta en la urna”. Cuando los ciudadanos están irritados o cabreados –y hay muchos en esa condición en España- se permiten ciertas “locuras” en las encuestas para avisar a los partidos con los que están enfadados. Pero el día de la elección nadie (bueno siempre hay alguien) se juega su porvenir o el de sus hijos a la ruleta rusa (o venezolana, o iraní) de unos cuantos jóvenes descarados e incompetentes, además de tramposos.
Como todos los populismos, a falta de ideas recurren a los sentimientos. La semana pasada aludíamos a esa frase del líder podemista que pedía “ciudadanos soñadores” (porque dormidos, decíamos, se les maneja mejor). Es lo mismo que esos otros que acusan a los partidos del establishment de no tener un “proyecto ilusionante”, olvidando que las solas ilusiones no son buenos ladrillos para construir políticas eficaces. Es lo mismo que decía hace ochenta años el fundador del fascismo español cuando afirmaba que “a los pueblos los mueven los poetas”. La política es gestión de los asuntos públicos y es naturalmente aburrida y poco propicia para la lírica. Mucho cuidado con los políticos que tratan de “ilusionarte” porque pueden estar sacándote la cartera. A un político hay que pedirle resultados. Los poemas y las ilusiones hay que ir a buscarlos a otra parte. Churchill cuando en 1940 asumió el cargo de primer ministro, sólo le prometió a los británicos “sangre, sudor, esfuerzos y lágrimas”. Es verdad que después tuvo aciertos literarios en el Parlamento como cuando, terminada la batalla aérea de Inglaterra, dijo aquello de “nunca tantos han debido tanto a tan pocos”. Pero fue un realista, aunque estaba nutrido de los más nobles y elevados ideales.
Carezco de cualquier capacidad para el profetismo y nunca he aceptado esa tontería según la cual “el pueblo no se equivoca nunca”. Los pueblos se equivocan casi tantas veces como aciertan. Son las reglas del sistema, que ellos querrían cargarse para hacer elecciones a la venezolana o a la iraní, que no necesitan encuestas porque se sabe de antemano cuál va ser el resultado. Allí no cabe la equivocación. Podemos es un partido de extrema izquierda, por mucho que traten de disimularlo, y resulta difícil que, una vez engullida IU y socavado el PSOE, puedan obtener en un país como España más del 12%, un 15%, esto último si, además, les toca la lotería en forma de algún millón de electores despistados, ignorantes de que han apostado por el caos.
Progresivamente se les está viendo el plumero. Los problemas fiscales de ese que dicen que es el número tres de la formación, son todo un símbolo. Se llama Monedero y ha resultado un perfecto “monedero falso”, que, según el DRAE, es “persona que acuña moneda falsa o subrepticia, o le da curso a sabiendas”. No encuentro mejor definición de lo que significa Podemos en la política española. Son monederos falsos. Uno de sus mantras es eso de “la casta”, que ha tenido éxito pero que no aguanta el más somero análisis. Porque España no es la India y aquí no hay castas, aunque no falte un cierto porcentaje de sinvergüenzas. Lo que sí hay es caspa. Y de eso saben bastante los podemistas, porque es la suya. Una caspa que los españoles sabrán sacudirse a tiempo. A lo peor yo también soy un iluso…

jueves, 19 de febrero de 2015

Los amos del PSOE (Arca de la Alianza Cultural S.A.)



                                              LOS AMOS DEL PSOE

El libro  aquí presentado “Los amos del PSOE” fue retirado de las librerías a los pocos días de su presentación en los tiempos de Felipe González, aunque algunos ejemplares se pudieron poner en circulación, de uno de los cuales e ha podido realizar el  escaneo.
Trata con todo detalle de un asunto tan poco ventilado como son los poderes   mundialistas que no solo son los amos del Psoe de la época felipista sino, con más o menos intensidad, de todos los partidos gubernamentales que en el mundo hay. Las personas aquí relacionadas han sido sustituidas por otras, pero el poder mundialista permanece probablemente corregido y aumentado.
En una época de elecciones abundantes como la actual conviene saber o al menos sospechar con vehemencia – como se decía en el lenguaje inquisitorial - quien está verdaderamente detrás de los partidos que aspiran a gobernar, es decir quienes los verdaderos amos, los que no se eligen en forma alguna.
Naturalmente estos asuntos no salen en los periódicos y los medios.

Primer parte




Segunda parte







Libertad y principio de subsidiariedad (Juan Vallet de Goytisolo)


JUAN VALLET DE GOYTISOLO

JUAN VALLET DE GOYTISOLO

 

LIBERTAD Y PRINCIPIO DE SUBSIDIARIEDAD

 

5 La participación como libertad política

 

Por eso, la multiplicidad se diluye en una nueva entidad co­lectiva cuando se pretende que el conjunto de elementos múlti­ples gobiernen la totalidad de un modo general, como ocurre cuan­do la participación se concreta en la emisión del voto, ya sea co­legiadamente en una asamblea, para formar la denominada "vo­luntad colectiva", o bien para designar uno o varios representan­tes comunes en la entidad colectiva que, en lugar de armonizar y subsidiar la multiplicidad representativa, la colectivice.

La verdadera participación, como armonía de lo múltiple con lo uno, requiere diversidad de competencias en la unidad superior y de cada elemento en la pluralidad. Esa diversidad de competen­cias la determina, dinámicamente y de un modo natural, el prin­cipio de subsidiariedad, a partir de los elementos más simples hasta los de cada cuerpo integrado, por orden de complejidad y extensión, y en la medida de lo que no puedan realizar los más simples y elementales, por ese mismo orden.

Tal como mostramos la primera vez que nos ocupamos de este tema (49), son fórmulas falsas de interpretación:

— La llamada descentralización, efectuada por una desconcen­tración, en virtud de la cual la unidad multiplica sus tentáculos hasta la periferia.

— Y la creación de un órgano colectivo que absorba la reso­lución de los problemas de todos y cada uno de los componentes de la pluralidad allí representada. Esa pluralidad se esfuma en la uni­dad colegial, tanto más cuanto más subsumida resulte aquélla en ésta y mayor competencia absorba y se atribuya el órgano colectivo en detrimento de las decisiones y actividad peculiares de los cuer­pos o individuos integrantes de la pluralidad.

Ahora bien, precisamente la sociabilidad humana no se des­arrolla en un solo grado, en una única comunidad política totali­zante, sino en distintos órdenes y graduaciones de comunidades

(49) La participación como interacción entre lo múltiple con lo uno, en «Algo sobre temas de hoy», Madrid, Speiro, 1972, págs. 217 y sigs.

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humanas. Por eso, el Estado no es una comunidad de individuo.' sino una sociedad de sociedades; y, a través de ellas, la sociabilidad humana se desarrolla de un modo natural y escalonadamente, sin que las formas más elevadas deban absorber a las inferiores, sino complementarlas para el logro de los fines que éstas no alcan­cen (50).

La libertad civil y la libertad política quedan vulneradas en cuanto se produce esa absorción, y los hombres se ven mediatiza­dos en su libertad de asumir sus responsabilidades personales, fa­miliares, profesionales, locales, etc., dentro de su propia esfera, con los demás componentes de la comunidad concreta a la que estén afectos, mientras un bien común superior no requiera la asunción del problema a un nivel social más -extenso o superior.

No debe olvidarse que la macroeconomía, la macropolítica, macrocultura, dependen de la microeconomía, la micropolítica, la microcultura (en términos del ámbito cuantitativo o extensivo res­pectivo) y aquéllas no pueden absorber éstas sin sufrir las conse­cuencias de la asfixia que de hacerlo provocarían.

Las libertades económica, política y cultural se hallan, con eso, en juego.

Así, la misma naturaleza fundamenta el principio de subsidia­riedad. Tanto que Hugo Tagle (51) no ha vacilado en escribir es­tas afirmaciones: "La ignorancia y consiguiente no aplicación del principio de subsidiariedad y en menor medida su imperfecta apli­cación, son sinónimos de modo proporcional al aplastamiento del hombre y de la sociedad por parte de la autoridad, sea ésta el pa dre de familia o la autoridad civil. Si lo anterior acontece y en la medida en que acontezca, significa que una tal sociedad esta regida por la fuerza física impuesta a los hombres como norma ordinaria de gobierno antes que por normas de razón, pues .1 violencia es la única fuerza que puede, aunque no indefinidamente,

50  Cfr. Santo Tomás de Aquino: De regimine principum, lib, I, ca­pítulo I, y Comentarios a la Política de Aristóteles, proemio 6, 4.2; y los co‑

mentarios del P. Teófilo Urdanoz, o. p., loe. Cit., pág. 778.

 51 Hugo Tagle, loc. Cit., ágs.. 145 y sigs. 129

aplastar a la razón que brota con potencia irresistible de la natu­raleza humana para gobernar a los hombres y a los pueblos, la que reclama libertad para actuar y lograr su plenitud.”

Por eso, ha podido decir ajustadamente el P. Martín Bruga­rola (52), que la subsidiariedad es un principio fundado en la jus­ticia; pues es injusto que el Estado haga lo que cumplidamente pueda hacer una entidad inferior, siendo así que cada una de éstas tiene su propia competencia y responsabilidad conforme a su naturaleza.

6. La masificación, destructora de la participación

 Son incontables las múltiples mentes que forjan el orden vital. Destruir esa participación y violar así el principio de sub­sidiariedad, implicaría la muerte de la libertad de pensar, base del uso de todas las demás libertades, que asumirían unas pocas men­tes, que con “cultura de confección” mal alimentarían a una masa maleable y manipulable.

Así se realiza el fenómeno que se ha denominado “masificación dirigida” (53).

En los países democráticos, los planes estatales de enseñanza tienden a formar ciudadanos abiertos a todas las ideas, pero caren­tes de rigor para juzgar con profundidad los grandes problemas, y les deja en una vaciedad que facilita su adhesión a los slogans su­perficiales, a las convicciones sumarias y a las declaraciones estre­pitosas y utópicas. Con esa base, receptiva e informe, los medios masivos de información acumulan tal volumen de noticias de modo que al lector, sin tiempo ni posibilidades de analizarlas rigurosa­mente, le resulten decisivas las más repetidas; explotan los hechos que juzgan aprovechables mediante los comentarios añadidos (54), y las imágenes, en especial las difundidas por los medios audiovisuales

52 Martín Brugarola: Entidades intermedias y representación política, Madrid, «Inst. Est. Sindicales, Sociales y Operativos», 1970, pág. 67.

53 Georgi Schischkoff: La masificación dirigida, Madrid, Ed. Nacio­nal, 1968, ágs.. 205 y sigs.

(54) Cfr. Gustave Tribon: «La información contra la cultura», en Verbo, 43, marzo de 1966, ágs.. 176 y sigs.

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i.ncitan a opinar más por sensibilidad que por razonamiento (55).

 En los Estados totalitarios no se trata de formar seres abiertos a todas las ideas sino monocordes, pero los mass media juegan con iguales técnicas aunque con mayor facilidad por no serles apenas necesario ahogar otras voces, pues éstas no tienen acceso alguno a los medios de difusión que no sean clandestinos. De un modo u otro, sea en las democracias occidentales o en los Estados totalitarios, para formar las denominadas “conciencia colectiva” u “opinión co­lectiva”, existen técnicos expertos en configurarlas mediante luga­res comunes (56) o lenguaje funcional (57), repetidos machaconamente, incluso con una música adecuada, facilona y pegadiza, o en imágenes que impresionen, hábilmente escogidas con el fin de darles el sentido deseado para captar y dirigir la emoción y, con ello, condicionar la convicción. Así, como ya se ha dicho (58) “se ven­derá centro o socialismo, como se vende Coca-cola o Jabón La­garto”.

Este hecho no se le escapó a un liberal indiscutido como Salva­dor de Madariaga (59) y, por ello trató de dejar bien diferenciados como conceptos distintos los de democracia estadística —o “gobier­no por la suma aritmética de los habitantes de la nación o de su mayoría”, “resultante de la composición mecánica de las fuerzas individuales o de grupo que actúan en cada momento”— y de de­mocracia orgánica —integrada “desde el punto de vista de la unidad superior, como sería de esperar de seres razonables”—. De la pri­mera, dice que parte del indicado postulado “que, aun absurdo, es

55 Cfr. Hugues Kéraly: «Influjo en el hombre de los medios masivos de comunicación social», en Verbo, 145-146, mayo-junio-julio de 1976, pá­ginas 746 y sigs., o, en La sociedad a la deriva, ágs.. 64 y sigs.

56  Cfr. Jacques Ellul: L'illusion politique, París, Payot, 1965, capí­tulo VIII, § II, págs. 233 y sigs.

57  Cfr. Herbert Marcuse : L’homme unidimensionel, París, Les ed. du Munuit, 1968, cap. 6, págs. 171 y sigs.

58 Cfr. Rafael Gambra: El «reflejo condicionado» nacional, en «Roca viva», 153, septiembre de 1980, pág. 387.

(59) Salvador de Madariaga: Anarquía o Jerarquía, Madrid, Aguilar, 1934; cfr. 3.5 ed., 1972, ágs.. 109 y sigs.

La base del funcionamiento y del pensamiento de nuestras democra­cias”, y “basta para explicar la crisis porque atraviesan”. Señala que, “por ejemplo, el plebiscito que encontramos en el origen de casi todas las dictaduras, como una especie de bautismo popular, no es más que la reducción al absurdo del sufragio universal”, “una caricatura de la democracia. Descansa sobre la masa y no sobre la nación organizada”. Y, más adelante (60), reconoce que, “en todas las democracias, las elecciones llamadas por sufragio directo, salvo excepciones sin importancia, son siempre elecciones de segundo grado; el primer grado lo constituye la elección secreta de los par­tidos, y el segundo, la elección pública de los diputados por los electores. Pero, los electores no eligen a quien quieren, sino a quien pueden, y su elección tiene que limitarse al reducido margen de se­lección que da la lista de los candidatos”, siendo así que “el pri­mer grado de la elección se hace por gente parcial e irresponsa­ble”. “Todos sabemos a qué descrédito ha llevado este sistema a los Parlamentos. En lugar de estas prácticas espúreas e insinceras —pro­pone—, el Estado moderno limitará la función del elector al área de su observación directa, es decir, al distrito municipal.” Así: “Los concejales formarían el cuerpo electoral para la diputación regional, y los diputados regionales eligirían el Parlamento, que, a su vez, elegiría el Gobierno.”

Lo cierto es que, tanto con dictaduras como con democracias de sufragio directo ocurre que la libertad política y la libertad ci­vil, y con ellas, la misma libertad de pensar, han ido mutilándose a medida que han ido siendo asumidas por el Estado aquellas fun­ciones y atribuciones que orgánicamente competen a la pluralidad de comunidades y asociaciones humanas.

Por aparente paradoja, ese aniquilamiento de las libertades, in­cluida la de pensar libremente, dimana, en el fondo, como fruto amargo, del desarrollo del pensamiento humano liberado de toda dependencia de la revelación divina y del orden de la naturaleza, ínsito por el Creador en su obra creadora, y, en máximo grado, como consecuencia de que la propia mente humana, así liberada,

(60) Ibid., ágs.. 149 y sigs.

Asume la función de construir un mundo mejor a través de la acción política.

El giro copernicano de Kant implicó que no fueran nuestras ideas las que se adecuaran a las cosas, sino éstas a aquéllas; paso tras el cual Fichte puso en escena al Ego, voluntad que crea el mundo del sentido y el entendimiento como sustitutivo de una realidad, que estima de otro modo ininteligible, que remodela la Una-Eterna­Voluntad Infinita, constituida por el producto, de las voluntades individuales, creando el mundo en nuestras mentes y por nuestras mentes; y Hegel transfiguró en la actualización progresiva de la Idea en la Historia universal con el triunfo de la Razón, asumida por el Estado (61). De tal modo que Marx pudo cursar el mensaje de que ya no se trata de conocer el mundo sino de cambiarlo, y de ofrecer, a ese fin, las leyes de la dialéctica del materialismo his­tórico y el método revolucionario para exacerbar y explotar todas las contradicciones, de las que Lenin perfeccionaría su fuerza des­tructiva (62).

Para esa recreación del mundo por el hombre, se requiere una operatividad que el Estado asume, empleando las técnicas de do­minación que los avances de las ciencias experimentales le ofrecen.

Los resultados a que conduce ese camino son el totalitarismo estatal y la masificación, que resultan inevitables (63):

61 Cfr. Michel Federico Sciacca: Estudios sobre filosofía moderna,

IV parte, III, cfr. Vers. Española, Barcelona, Ed. L. Miracle, 1966, pági‑

nas 350 y sigs.

62 Cfr. Jean Madiran : La practique de la dialectique, en «La vieilles­se du monde. Essai sur le communisme», cfr. Ed. Jarzé, Dominique Mar­tín Morin, 1975, págs. 82 y sigs.

(63) Cfr. La segunda edición en castellano de nuestro libro Ideología, praxis y mito de la tecnocracia, Madrid, Ed. Montecorvo, 1975, y nuestra citada comunicación Técnica y desarrollo político, 111, loc. Cit., ágs.. 125 y sigs.

 

10. El principio de subsidiariedad, la libertad civil del individuo y la familia, y las libertades municipales, regionales, gremiales y de las asociaciones voluntarias.

 

Es precisa una actuación positiva a fin de promover y mantener la existencia de las condiciones necesarias para la realización de dichas competencias e iniciativas, de una parte, y, de otra, para suplirlas en aquello que no resultare asequible a los individuos ni a las en­tidades menores, o que, aun siéndoles asequibles, no lo realizaren.

Así debe ocurrir, v. gr., con la libertad de enseñanza, en contra de las premisas roussoniarsas que trataron de sustituir la familia por otras instituciones, tales como la escuela pública. “Dada la impor­tancia que la tradición democrática roussouniana y populista con­cede al igualitarismo –explica Robert Nisbet (133)—, su animad­versión respecto a la familia ha sido la que cabría esperar”; y, por eso, Rousseau “consideró al Estado el único medio de liberar a los niños de los prejuicios de los padres”. Pero, los resultados —véa­se el informe Coleman, como advierte Nisbet— confirman lo que el principio de subsidiariedad reclama.

En materia sindical, el principio de subsidiariedad delimita las funciones de los sindicatos, que no deben invadir —con, ni sin. Jerarquías paralelas— las de la empresa, donde producen un corto­circuito en las relaciones entre los trabajadores y los directivos de ésta (134).

También reclama una separación de los gremios por profesiones y por oficios, como han señalado Ousset y Greuzet (135) ; y no una sola formación masiva. De ese modo, sólo dentro de cada gre­mio debe moverse la sindicación, voluntaria (136) y ajena a toda ideología o intereses políticos. Los sindicatos de masa, no sólo teó­ricamente violan el principio de subsidiariedad, sino que de hecho lo conculcan constantemente; pues, al transformarse en grupos de

133 R. Nisbet, op. cit., II, Rev. Oc., 22-23, pág. 38.

134  Así nos lo mostró Patric Jobbe Duval en su foro Autoridad en la empresa, en la XV Reunión de amigos de la Ciudad Católica (Maja­dahonda, 30 de octubre de 1976); cfr., en la misma crónica de dicha reunión, en Verbo, 150, diciembre de 1976, págs. 1.319 y sigs.

 135 Jean Ousset y Michel Creuzet: Estructuras económicas y sindi­cales: El trabajo, Madrid, Speiro, 1964, II y III partes, ágs.. 79 y sigs.

 136  Cfr. Código social de Malinas, núm. 121, que recuerda la fór­mula «el sindicato libre en la profesión organizada», y afirma que importa «no confundir la autoridad profesional y los sindicatos», cfr. la op. cit, de García Escudero, pág. 132.

 

presión, violan las libertades de las empresas, incluidas las de sus trabajadores —coaccionados, ya sea veladamente, por los dirigentes sindicales, o bien abiertamente, por piquetes de huelga, mal que pasen por informativos—; invaden funciones económicas que no les competen y atentan a las libertades ciudadanas, al actuar como tales grupos de presión, no sólo ante el Estado sino también frente a las corporaciones económicas con su consecuente repercusión en todos los consumidores.

La aplicación del principio de subsidiariedad reviste hoy espe­cial importancia no sólo en las llamadas asociaciones voluntarias, constituidas para realizar los más diversos fines, y en los propios co­legios profesionales y otras entidades, especialmente las culturales, sino, incluso, en los propios municipios, por un nuevo motivo es­pecífico. Este es debido a la táctica del eurocomunismo, inspirada en los escritos de Gramsci dirigida a la conquista de la sociedad civil y de sus instituciones. Pero, no con el fin de crear la armonía social, sino para impulsar, desde ellas, la dialéctica destructora de la sociedad actual y realizar una revolución de los espíritus (137), con una finalidad liberadora y homogeizante, que conduce al to­talitarismo, como hemos visto antes (138).

Ahí, el principio de subsidiariedad sirve también para señalar las funciones que competen, y cuáles no, a los organismos sociales y a las asociaciones voluntarias, e, incluso, ayuda para determinar qué asociaciones son ilegítimas, dados sus fines o por su actua­ción fuera de éstos.

Muy especialmente, el principio de subsidiariedad delimita, na­turalmente, las funciones de Estado en materia económica, de se­guridad social, laboral y fiscal, que circunscribe, conforme la pauta del bien común. Pauta que requiere de la prudencia, es decir, visión sagaz y de amplia perspectiva en el espacio y profundidad en el tiempo, proyectándola, a largo término, para prever las consecuen­cias de lo que, si en un momento dado podría aparecer como

137 Cfr. nuestro foro general «La praxis de la armonía», 6 y 7, en Verbo, 173-174, marzo-abril de 1979, págs. 408 y sigs.

138 Cfr., supra, el texto correspondiente a la nota 8.

 

Momentáneamente beneficioso, a la larga originaría peores males o privaría de mayores bienes. Para ello, no sólo hay que valorar lo cuantitativo, sino, especialmente, observar y estimar lo cuantitativo, para medir sus consecuencias apenas perceptibles hoy, pero que ma­ñana pueden ser inmensas.

En fin, el principio de subsidiariedad debe mostrar lo que con el esfuerzo personal o asociado, a través de los cuerpos intermedios, sean cuerpos sociales básicos o asociaciones voluntarias, debemos realizar personalmente o en común o asociadamente, en lugar de pedírselo todo al Estado, que —repetimos una vez más— nada puede dar a la sociedad si previamente no se lo ha detraído; ya que cuanto más le pedimos más promovemos e impulsamos su om­nipotencia. Y pidiéndoselo todo nos sometemos a soportar su tota­litarismo.

11. Tareas posibles para el retorno a un orden adecuado a la naturaleza articulado por el principio de subsidiariedad

El profesor Giovanni Drago (139), al concluir su gene­rosa recensión de nuestro librito Más sobre temas de hoy, concluía que en todas nuestras publicaciones se renueva el tema socrático, perpetuamente evidenciado “no se sortea ni un arquitecto ni a un tocador de flauta”; pero, advierte, que “en la Atenas del quinto siglo, se sorteaban los cargos públicos”. Después de unas certeras observaciones acerca de la dificultad de una elección cualitativa e incluso cuantitativa que a la vez sea ética política y técnica, ob­serva “como una indicación”, que la ciudad medieval escogía un podestá de otro municipio, y para el acceso a las funciones pú­blicas exigía la adscripción a una corporación, y “de ese modo el elegido debía ser un experto”. Y. al concluir, nos hace la suge­rencia de que sería útil proyectásemos, en ese sentido, “una aper­tura válida”. Creo que, en los epígrafes 13 y 14 de mi reciente es­tudio Diversas perspectivas de las opciones a favor de los cuerpos intermedios (139 bis), así como en el epígrafe anterior de éste, he intentado, aunque sea en líneas muy generales, encontrar y for­mular una propuesta de “apertura válida”, a juicio nuestro.

(139) Giovanni Drago, resención bibliográfica de Más sobre temas de hoy, en «Filosofía Oggi», ario III, núm. 2, abril-junio de 1980, ágs.. 283 y sigs.

(139 bis) Cfr. En Verbo, 193-194, ágs.. 346 y sigs.

Ahora bien, queda en pie otra pregunta: ¿Qué podemos hacer para que se convierta en realidad esa propuesta u otras semejan­tes? ¿Cómo podemos lograr algo quienes pensamos así? ¿Tenemos en frente todos los regímenes del mundo, y no contamos con cola­boración alguna de los mass media, dominados por las corrientes actuales?

Trataremos de responder y de señalar qué posibilidades adverti­mos por muy modestas que resulten.

1a Podemos luchar para suscitar y formar una opinión que, poco a poco, vaya adquiriendo peso, hasta llegar a ser decisiva, si es posible. Es preciso, pues, una acción doctrinal, formativa, comen­zando por las élites sociales en todos los niveles de la actividad humana, en especial con los que la desarrollen más estrechamente entrelazados con la naturaleza de las cosas.

El triunfo de las ideas que impulsó la Revolución francesa y consolidó Napoleón, ¿acaso no parecería un sueño cuando, cerca de dos siglos antes, los filósofos comenzaron a sembrarlas? ¿Cuánto tiempo transcurrió desde los primeros socialistas utópicos, e incluso desde que Marx y Engels pretendieron formular un socialismo cien­tífico, hasta la implantación del socialismo soviético? Y, sin em­bargo las especies de libertad, de igualdad y de fraternidad que unos y otros prometían eran utópicas; como el tiempo va demos­trando implacablemente. Nosotros, en cambio, proponemos restau­rar la sociedad del modo más conforme posible al orden de la na­turaleza, obra en la que que Dios invistió a los hombres del papel de causas segundas, pero no de demiurgos. No olvidemos que, bá­sicamente, como en Vimbodí nos recordaba Elías de Tejada, en una de nuestras reuniones (140), “familia y municipio son más fuertes que todas las revoluciones posibles, pues sin ellas el hombre nunca sería aquello que es”.

Tal vez, los vientos actuales no tarden demasiado en cambiar de signo y en soplar a favor. Es estrepitoso el fracaso de las secuencias

(140) F. Elías de Tejada: «La familia y el municipio como bases de la organización política», en Verbo, 91-92, enero-febrero de 1971, pág. 41, o, en El municipio en la organización de la sociedad, Madrid, Speiro, 1979, pá­gina 41.

                                                                                                                              

 Liberales y marxistas, capitalistas y socialistas, en todos sus ensayos, que amenazan conducirnos a una catástrofe cósmica. El inmanentismo de la mente humana nos está llevando de la confusión babilónica, al caos, a velocidad progresivamente creciente. Nosotros proponemos la vuelta a un orden trascendente, natural y divino, aban­donando las utopías de paraísos terrenales que concluyen en archi­piélagos de Gulag o en “mundos felices”, al estilo del mostrado por Aldous Huxley.

Es posible que la rebeldía que hoy palpita por doquier, aquen­de y allende del telón de acero, no sea sino una muestra de ese desencanto, de ese desengaño, que hoy en el mundo occidental se refleja de momento en el nihilismo, al que han conducido los fra­casos sufridos al construir esos mundos prometidos en las tres re­voluciones que han sacudido la tierra y aún la sacuden (141). Puede ser momento de hacer abrir los ojos a muchos…

2.ª Todos formamos parte de cuerpos sociales básicos y de asociaciones voluntarias. Efectuemos en ellos una labor constante para mantenerlos, para fortalecerlos, para facilitar la realización die sus fines e impedir que se aparten de ellos. En nuestros colegios profesionales acentuemos su carácter profesional y corporativo; no permitamos que los penetre la política para utilizarlos. Tratemos en todos, y en las asociaciones voluntarias donde nos integremos, de recordar su razón de ser, su fundamento su engarce en el orden general. Procuremos mostrar la importancia de sus fines y la con­veniencia de su autonomía, la precisión de no utilizarlos ideológi­camente; insistamos sin cesar, en el apremio de no perder el sentido de la realidad, de las verdaderas necesidades, de las soluciones que no hipotequen el futuro ni la libertad.

3ª Pero podemos y debemos hacer más (142). Nuestros ami­gos franceses del Office nos han dado ejemplo con sus actividades

141 Cfr. Nuestra respuesta Del racionalismo inmanente al voluntaris­mo utópico y de su fracaso, al nihilismo, en «Filosofía Oggi», alío III, nú­mero 4, octubre-diciembre de 1980, ágs.. 227 y sigs.

142  Cfr. «Qué somos y cuál es nuestra tarea», en Verbo, 151-152, enero-febrero de 1977, ágs.. 44 y sigs., o, en el opúsculo separado, Madrid, Speiro, 1977, ágs.. 44 y sigs.

 De acción familiar, empresarial, sindical, municipal, En sta obra de promoción, incansablemente propugnada por Jean 011.,,, (143), auxiliar, de asistencia, de información, de concertación, de coordina­ción, al servicio de los notables de la vida social. Para, en el ni­vel más en contacto de la realidad, volver a restaurar las colec­tividades locales, las funciones profesionales, mostrando, a la vez, su razón de ser y los resultados que pueden obtenerse en e,e nivel. Hay que organizar redes de sostén, de protección, de información y de orientación en todas las escalas de la sociedad, tal con,„ insistía Michel de Penfentenyo (144) en el Congreso de Lausanne ,le 1976.

4ª En los regímenes democráticos puede desarrollarse una labor de fortalecimiento y concientización de los cuerpos .aciales, para anudar relaciones sociales a fin de contrarrestar el atomismo a que conduce la mentalidad rousseauniana; promover y activar asociaciones voluntarias: en materia educativa, para defensa ,1e la fa- milia, de la vida, etc.

Y, en todo caso, hay que tratar de hacer oír la voz de los cuer­pos intermedios, para imponer su respeto y defender su autono­mía, ya sea directamente o, al menos a través de la trama  de los partidos políticos. E, incluso, como había propugnado nuestro ami­go José María Gil Moreno de Mora (145), que Dios se nos llevó, se puede intentar la organización de partidos no ideológicos sino defensores de realidades concretas y con entramado orgánico, tal como él había planeado para una Confederación Rural Española con grandes posibilidades desde un principio, en develo’’, muni­cipales en las circunscripciones rurales. Es un camino por explotar, y ampliable en otras direcciones y campos, con partidos para finalidades

143 Jean Ousset: Exigencias de nuestra esperanza, tormo,, ,,,ón en la clausura del XI Congreso del «Office International»; dr, en i’nlo 147, agosto-septiembre de 1976, ágs.. 859 y sigs., o, en 1.r ropvmmi.• Mítica, Madrid, Speiro, 1977, ágs.. 739 y sigs.

144 Michel de Penfentenyo: «Objetivos del «Offie•P., di rn Verbo, 150, diciembre de 1976, págs. 1.383 y sigs., o en In oip•r... i iisJc5, pá-
ginas 5 y sigs.

(145) José María Gil Moreno de Mora: «Para un calet nuno del cam- po», en Salvar el campo, salvar la patria; cfr. en Verbo, 178, %Ti lembre- octubre de 1979, págs. 962 y sigs.

 

concretas, aunque sean ocasionales. Con ello podría utili­zarse la propaganda y pactar  si no es posible otra cosa—, pero siempre con la vista puesta a la mejor organización social, al re­fuerzo de vínculos naturales, anudando relaciones, y para procurar que las decisiones se tomen al nivel de la realidad y no de las ideo­logías.

5.ª Finalmente, en donde gobiernen regímenes dictatoriales, se debe intentar la creación de igual ambiente, tratando de llevar a la convicción de que es preciso romper el ritmo pendular dictadura- demagogia; mostrar que la salida de aquélla no puede ser la vuelta a la democracia que provocó el golpe dictatorial, sino la apertura a la organización social, a un sistema orgánico de libertad civil y participación política verdaderas.

Gambra (146) recordó en 1953 —cuando aún era tiempo y la ocasión no se había perdido—, que no debía tenerse miedo a la liber­tad en esa empresa restauradora de devolver a la sociedad su pro­pia espontaneidad asociativa. Y advirtió que esa restauración no había de ser obra del Estado, sino que éste solamente debía crear las necesarias condiciones de vida para que la sociedad misma vol­viera a realizar sus fines naturales y readquiriera el dinamismo pro­pio que cristalizara en instituciones adecuadas y eficaces.

Lo vengo repitiendo hace años (147). Frente a una organización mecanizada, articulada rígidamente desde arriba, tecnocráticamente: hay que reconstruir una sociedad orgánica, biológicamente desde sus raíces.

Pero, para ello, es preciso, ante todo, el fervor. Fervor del que sólo puede dotarnos la fe, la esperanza y la caridad —caridad po­lítica en este caso, como propugnó Pío XI (148)—, sobrenatura­les. ¡Pidámoslas a Dios y a la Santísima Madre, María Inmaculada, cuyo dogma conmemoramos hoy, 8 de diciembre de 1980!

146 Gambra, op. Ult. Cit., cap. VIII, ágs.. 117 y sigs.

147 Ideología, praxis y mito de la tecnocracia, 2.t ed. española, Ma­drid, Montecorvo, 1975, epílogo, sec. III, cap. II, pág. 307.

(148) Pío XI: Alocución de diciembre de 1927 a la Federación Univer­sitaria italiana; cfr. el citado del texto, que alude a la caridad política, en Verbo, 2, pág. 78.

JUAN VALLET DE GOYTISOLO

TRES ENSAYOS

Cuerpos intermedios

Representación política

Principio de subsidiariedad

EDITORIAL SPEIRO S.A. Madrid 1981