miércoles, 23 de julio de 2014

Seguidillas de "En Ávila mis ojos" (Juan Pablo Mañueco Martínez)


 
SEGUIDILLAS DE “EN ÁVILA, MIS OJOS”
                                                                                                
 
 
 
I
 
 
En Ávila, mis ojos,
lloran por él.
Saladas por mi rostro
gotas de hiel.
 
Llévame, río Adaja,
lejos de aquí,
porque ya, dentro en Ávila
creo morir.
 
En Ávila del Río,
sonoro llanto,
siento más el vacío.
Pena mi canto.
 
Mataron a mi amigo,
garrido y alto,
a traición me fue herido.
Penas levanto.
 
Llévame, río Adaja,
lejos de aquí,
porque ya, dentro en Ávila,
siento el morir.
 
No errase espada
en Ávila del Río
si a hierro me matara
como a mi amigo.
 
 
 
 
 
II
 
 
En Ávila, mis ojos,
sendas de lágrimas
y párpados de asombro
te miran, Adaja.
 
Sollozos de mis ojos,
adentro, en Ávila,
envidian tu contorno
desde muralla.
 
En Ávila del Río,
cauce de Adaja,
me fugara contigo,
entre tus aguas.
 
Mataron a mi amigo
adentro, en Ávila;
llevárasme contigo,
bañes mis lágrimas.
 
Adaja, por postigo
salve muralla.
Navegaré contigo
fuera de Ávila.
 
No errase espada
en Ávila del Río
si a hierro me matara
como a mi amigo.
 
 
 
III
 
 
En Ávila, mis ojos,
mi bien, mi abrigo,
viendo tu vivo rostro
tú eras, amigo.
 
¿Qué haré ya, dentro en Ávila,
sin ti, amor mío,
dentro de esta muralla
que cerca el río?
 
Surta en tu zumo, Adaja,
parta contigo,
que mis ojos en Ávila
han fenecido.
 
Si ves, piadoso río,
correr mis lágrimas,
mataron a mi amigo,
dentro de Ávila.
 
No me abandones, río,
adentro de Ávila,
vamos donde  mi amigo
sobre tus aguas.
 
¡Que la espada no yerra
en Ávila del Río
si su hierro yo sienta
tanto como mi amigo!
 
 
 (c) Juan Pablo Mañueco Martínez
del libro "Castilla, este canto es tu canto" (2014)