sábado, 15 de septiembre de 2012

Otra gigantesca burbuja financiera y de deuda


OTRA GIGANTESCA BURBUJA FINANCIERA Y DE DEUDA

(El Confidencial 14 septiembre 2012)


Hasta hace poco parecía imposible un rescate de España sin que se hundiera el euro –“too big to fail- y hoy, sin embargo, nadie parece extrañarse. Y lo que es peor, se plantea el rescate a un país cuyo problema no es de liquidez sino de solvencia. “El Banco Central Europeo (BCE) está colaborando en una gigantesca burbuja financiera”, sentenciaba el jueves el Frankfurter Allgemeine Zeitung. Pero el tema es peor de lo que Alemania y el BCE creen. La economía española, como consecuencia de las brutales subidas de impuestos al consumo, a la renta de las familias y a la actividad productiva, se encuentra en caída libre, y eso significa lisa y llanamente que España carece ya de capacidad para devolver su inmensa deuda pública, que ha crecido en 400.000 millones de euros en cuatro años, igual que la deuda del sistema financiero, que asciende ya a 892.000 millones de euros, 716.000 millones con bancos y cajas europeas y 176.000 con la autoridad monetaria.

El tamaño de la deuda externa de España es ya diez veces superior a la griega, aunque su economía es solo cinco veces mayor. Eso lo tienen clarísimo los inversores privados, que están huyendo de España a toda velocidad. Han sacado 220.000 millones en solo seis meses, un 21% del PIB, algo que ninguna economía puede permitirse; solo Alemania y el BCE parecen ignorar el desastre que tenemos encima. “Yo confío plenamente en Rajoy”, dice la canciller Merkel, una ciega declaración de “amor” totalmente fuera de la realidad, porque si algo ha demostrado Rajoy es que nadie puede confiar en él. El 84% de los españoles ya no confían en él y la mitad de sus electores no volvería a votarle.

Ahora el BCE quiere comprar bonos a tres años, un rescate que, sin controles creíbles sobre el uso del dinero y el control del gasto, será un desastre para España y para los españoles. Váyanse haciéndose a idea de un hundimiento económico y social que durará varias generaciones, y si lo visto les parece un desastre, ni se imaginan lo que nos espera. Ni un solo euro llegará a la economía productiva, es solo dar más droga a los drogadictos sin que se haya hecho reforma de verdad alguna.

Nada se ha hecho de lo que se debe hacer, ni se ha reformado nada de la manera que se hacen los negocios –los ricos no pagan impuestos, las grandes empresas pagan la mitad de lo que teóricamente les corresponde y los grandes delincuentes empresariales o no son procesados, o en los casos extremos, si son procesados y condenados, son indultados por el gobierno– y menos aún se ha controlado el despilfarro masivo dinero público con las regiones y los ayuntamientos -completamente fuera de control- y el sistema financiero, en situación desconocida. Y Rajoy ni sabe ni tiene ni la más mínima intención de hacer nada.

Alemania impone, pero ni entiende ni controla junto con la UE los agujeros en países como Italia, Grecia y España. Nunca nadie ha sido condenado por construir aeropuertos sin uso, o llevado a la bancarrota a entidades financieras gigantescas o arruinado regiones tan importantes como Cataluña o Valencia por la desastrosa gestión de los fondos públicos españoles y europeos. Algunos piden abrir un debate nacional sobre el rescate, algo así como sobre el sexo de los ángeles, porque ya no hay dinero. El rescate no es la cuestión, es ya inevitable, sino las condiciones. Y la única que nos salvaría del desastre es un referéndum: autonomías sí o no, y democracia real u oligarquía. Esa debe ser la condición del rescate. Si no, corten el grifo ya.

El dinero inyectado desde Europa sin control ha arruinado España

Sin el dinero que instituciones financieras, primero, y posteriormente el BCE prestaron en forma ilimitada a una oligarquía política y financiera absolutamente corrupta a partir de 2005, la burbuja inmobiliaria en España no hubiera podido producirse. Y sin esas inyecciones España se hubiera visto obligada a hacer sus deberes durante la época de los socialistas -de 2004-2011- y no se encontraría hoy en una situación tan desesperada que ha endeudado España por encima de lo asumible para varias generaciones. En este contexto se tiene que hablar del irresponsable comportamiento de los bancos europeos, cajas alemanas particularmente, que prestaron más de 700.000 millones de euros sin análisis ni control alguno a unos bancos y cajas españolas absolutamente politizadas y corruptas.

Alemania y Europa empezaron entre 2002 y 2007 a entregar dinero a España como si fueran cromos. Gracias a ese disparate, decenas de bancos y cajas que deberían haber sido cerradas permanecieron abiertas y la oligarquía política de la mano de la empresarial construyó lujosos polideportivos en cada pueblo, palacios de congresos en cada ciudad, parques temáticos ruinosos, decenas de universidades sin alumnos, hospitales sin enfermos, los AVES y las autovías más lujosas de Europa, mientras se mantenían la red de mercancías y la red carreteras secundarias más obsoletas del mundo desarrollado. Un despilfarro y una corrupción monstruosas –las comisiones pagadas son las mayores de la historia de España- que en nada ha mejorado la competitividad del país.

Lo que al parecer el presidente del BCE, Mario Draghi, ofrecerá a España es más de lo mismo. Un rescate precautorio de entre 20.000 y 100.000 millones de euros a un año, renovables dos veces por seis meses. Hay varias posibilidades, pero la más probable es una línea de crédito con “condicionalidad reforzada”, una auténtica tomadura de pelo, pues la “condicionalidad” se refiere a que España deberá adoptar la medidas de corrección del déficit que le dé la gana al gobierno, es decir, subir más impuestos, recortar pensiones y prestaciones de todo tipo y bajar salarios, pero nada de reducir el despilfarro autonómico.

Draghi dice también que se realizaran auditorías de las cuentas públicas para “comprobar si se cumplen o no los objetivos de déficit. Y si no se cumplen, particularmente si se alejan mucho, el rescate preventivo pasará a ser rescate en toda regla”. El planteamiento es tan absurdo que uno no entiende cómo se ganan el sueldo los burócratas del BCE y de la Comisión. ¿Qué es eso de que comprobarán si se cumplen o no los objetivos de déficit? ¿Es que no se han enterado de que el Estado está gastando el doble de lo que ingresa, y que la subida del IVA aportará solo 2.500 millones de aquí a fin de año? ¿Es que no se han enterado que las regiones y los ayuntamientos están todos quebrados y siguen gastando sin límite? ¿Es que no han visto que con las cifras a julio el déficit 2012 va a superar de largo el 10% del PIB?

¡A ver si se enteran en Alemania y en el BCE: España no cumple ya ni de lejos los objetivos de deuda, ni de crecimiento ni de nada, y cuanto más dinero le den a este Gobierno, mayor ruina supondrá para las futuras generaciones de españoles, porque ni un euro de ese dinero irá a la economía productiva, solo a tapar los agujeros bancarios y al despilfarro de regiones y ayuntamientos! ¿A qué viene entonces entregar más dinero a un gobierno irresponsable y corrupto, que arruine más aún a varias generaciones de españoles?

Y luego el colmo del sarcasmo, “el objetivo del programa preventivo es apoyar políticas sanas”. ¿Qué entienden los burócratas del BCE por políticas sanas? ¿Darle 23.000 a Bankia que, como nos dice su presidente, nos lo “devolverá” dentro de 20 años? ¿Seguir financiando los agujeros de CCAA y Ayuntamientos, que han despilfarrado ya más de 40.000 millones en 2012, y ahora necesitan 18.000 más y lo que sea menester, porque literalmente no les da la gana recortar gasto ni despedir a sus parientes, a sus amantes y a sus amigos? Y esto no es retórico, es exactamente lo que está pasando. Ni el pueblo español, ni el alemán, ni ningún otro se merecen unas instituciones europeas tan profundamente ignorantes y irresponsables.

Claro que el primer premio corresponde al líder de la oposición, Sr. Rubalcaba, responsable principal junto con Zapatero de la ruina de España, que ha encontrado la solución a todos nuestros problemas: por tercera vez los socialistas anuncian “una gran reforma fiscal” –¡hombre, no iba a ser una pequeñita!– y ¡cómo no! la enésima “ley de sostenibilidad social y de los grandes expresos europeos”. Pero no se crean que esto es todo, no, Rubalcaba tenía un arma secreta. “Les digo a los europeos que los socialistas no aceptaremos ni un recorte más”, o sea seguir gastando el doble de lo que se ingresa y la diferencia que la pongan los alemanes y el BCE sin condición ni límite alguno, y además, los 140.000 millones de deuda que vencen anualmente. ¿Pero cómo no se nos habría ocurrido antes?

*Stefanie Claudia Müller es corresponsal alemana en Madrid y economista;

Roberto Centeno es catedrático de Economía de la Universidad Politécnica