lunes, 24 de octubre de 2011

Cajas de Ahorro (Juan Manuel de Prada, XLsemanal 23--10-2011)


Cajas de ahorro

Por  Juan Manuel de Prada


En los últimos meses hemos asistido como si tal cosa al desmantelamiento de las cajas de ahorro, víctimas de una desnaturalización que hunde sus raíces en la expansión del capitalismo financiero y en los abusos de la partitocracia; pero, en la hora de su desmantelamiento, nadie se ha preocupado de indagar la razón de su enfermedad, según la consigna predilecta de nuestra época, que consiste en poner tronos a las causas y cadalsos a las consecuencias. Durante mucho tiempo, las cajas de ahorro fueron instituciones de fomento del ahorro con una vocación social benemérita: captaban depósitos a cambio de un interés razonable; y con el monto de los depósitos captados, efectuaban préstamos a particulares y empresas. Los beneficios que de su actividad pudieran derivarse eran invertidos en fines sociales, paliando la pobreza, socorriendo a enfermos y ancianos, protegiendo la infancia  desvalida. Era un invento propio de una economía natural, que redistribuía la riqueza de la comunidad y favorecía los más loables impulsos humanitarios; entre los impulsores encontramos a muchos próceres instruidos en la lectura de las grandes encíclicas papales de León XIII o Pío XI.

Sobre aquellas cajas de ahorro de iniciativa social no tardaron en caer los buitres del control político y el capitalismo financiero. Así, se impuso que sus órganos de gobierno fuesen nombrados por los poderes públicos; y se eliminaron las restricciones legales a su actividad, para que pudieran ofrecer a sus clientes todo tipo de 'servicios financieros', al estilo de cualquier banco convencional, a la vez que se les permitió extender el ámbito de su clientela, tradicionalmente confinada al municipio o región donde las cajas tenían establecida su sede. De este modo, sus consejos de administración se poblaron de politiquillos con mando en plaza; y las cajas de ahorro empezaron a prestar el dinero con una finalidad que ya no era social, sino especulativa, atendiendo los intereses de los politiquillos que las regentaban. Por supuesto, tales préstamos dejaron de efectuarse sobre el monto de los depósitos captados; y, en volandas de los birlibirloques financieros, empezaron a prestar un dinero fantasmagórico, según se postula en el catecismo del capitalismo financiero. El resultado de tal metamorfosis desnaturalizadora lo estamos padeciendo ahora.

Los medios de adoctrinamiento de masas se rasgan las vestiduras, divulgando los sueldos de escándalo que cobraban los directivos de las cajas de ahorro y los agujeros negros que han originado en nuestra maltrecha economía. Leyendo las noticias que
los medios de adoctrinamiento de masas divulgan, diríase que esos directivos voraces que cobraban sueldos millonarios y repartían un dinero fantasmagórico hubiesen nacido por generación espontánea, o hubiesen sido traídos, como las esporas de los hongos, por un viento caprichoso. Lo que los medios de adoctrinamiento de masas no nos dicen es que tales directivos negligentes y codiciosos fueron elegidos por los consejos de administración de las cajas de ahorro, controlados por los politiquillos locales; tampoco nos dicen que los préstamos que concedían y las calamitosas operaciones financieras
que autorizaban eran supervisadas (y estimuladas) por esos mismos politiquillos, que se cuidaron de elegir a las personas más dóciles y permeables a su influencia, las más agradecidas de la mano que les daba de comer, las más dispuestas a participar en el contubernio politico-financiero.

En un país medio normal, los politiquillos que gobernaban estas cajas de ahorro arruinadas estarían en la cárcel, como responsables de una estafa que, dada su magnitud gigantesca y sus efectos arrasadores sobre la economía nacional, bien podría calificarse de alta traición. Pero estos politiquillos que utilizaron en beneficio propio y de sus partidos unas instituciones venerables nacidas de la iniciativa social, que autorizaron las tropelías más groseras para financiar proyectos megalómanos e inviables, que distribuyeron sueldos obscenos entre sus directivos (para pagar su silencio y su complicidad delictiva) se han ido de rositas, protegidos por sus respectivos partidos y blindados por el propio Estado. De esta rapiña institucionalizada nada nos dicen los medios de adoctrinamiento de masas; tal vez porque, para su supervivencia, dependen de los mismos que arruinaron las cajas de ahorro, los mismos que ahora nos piden el voto. ¡Ay qué risa, tía Felisa!


XLSEMANAL 23 DE OCTUBRE DE 2011

Cómo fundar un banco en su ciudad con un simple juego de tarjetas (FranÇois Sibenthal)


Cómo fundar un banco en su ciudad con un simple juego de tarjetas

Una forma de aplicar la doctrina del Crédito Social

Un sistema sencillo para comerciar mercancías y servicios

Usted puede abrir un banco local libre-de-deuda con el empleo de unas
sencillas tarjetas de cartulina


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Conferencia de François de Siebenthal

La siguiente es una conferencia pronunciada por el señor François de Siebenthal –economista y Cónsul General de las Filipinas en Suiza– en nuestras oficinas centrales en Rougemont (Quebec, Canadá) en marzo de 2005. El señor de Siebenthal demostró a los presentes cuán fácil resulta abrir un banco local con tan sólo la utilización de una simples tarjetas (de cartulina). El señor de Siebenthal ha itinerado por diversos países explicando este sistema a múltiples audiencias interesadas. Es que el Crédito Social no es tan sólo una teoría sino un sistema puesto en práctica en aquellos países, multiplicándose en ellos los bancos locales libres-de-deuda.
En una época donde el empleo del microchip esta deviniendo el paradigma, ésta es, ciertamente, una vía por la cual es posible intercambiar mercancías y servicios sin agobiarnos con el uso de este microchip. ¿Por qué (entonces) no leer y estudiar lo que el señor de Siebenthal sabe de esto? ¡Podría resultar muy útil en el futuro!
Un simple banco
Les enseñaré ahora cómo abrir un banco local aplicando los principios del Crédito Social. Es muy fácil de hacer y cualquiera de nosotros puede hacerlo.
Ya en el pasado histórico, fueron establecidos en Suiza pequeños bancos locales por los granjeros. El banquero es un granjero, el banco funciona en la casa del granjero, los clientes son granjeros y los propietarios del banco fueron y son granjeros. Estos pequeños bancos de Suiza, trabajando en conjunto constituyen el tercer banco más grande en operaciones con el mejor promedio de actuación y la mejor administraci[on, puesto que sus costos son muy bajos.
Puesto que esos bancos son muy pequeños y funcionan en muy modestas oficinas, y puesto que usted no necesita de grandes camiones blindados para caudales ni de personal de seguridad, estos bancos son sumamente eficientes. Tales pequeños bancos pueden también ser encontrados en Austria y algunos otros países.
La tragedia de la moneda deuda
Ustedes saben que el dinero es creado en la forma de deuda con tasas de interés, y saben asimismo que la teoría del Crédito Social es verdadera, y que el interés mata. Las estadísticas de la organización Internacional del Trabajo en Ginebra establecen que cada día se producen 5.000 muertes de personas en los lugares de trabajo. Eso es más, cada día, que el total de las personas que murieron en las Torres Gemelas. ¡Cada día! Lo que significa que por causa del capitalismo y la producción excedentaria, tenemos cada día 5.000 personas fallecidas en sus puestos de trabajo. Y no tomo en cuenta las tensiones, los problemas psicológicos, suicidios, alcoholismo, drogadicción, niños abandonados en sus casas por sus padres ausentes porque están trabajando.
Pero con nuestro sistema, podrán ustedes imaginar que un sistema que no utiliza tasas de interés podrá hacernos ahorrar un montón de dinero. Cada uno de nosotros podremos ahorrar por lo menos tres horas al día, se podrán bajar los precios a la mitad y las casas podrán recibir un 77% más de espacio porque las tasas de interés están ahora absorbiendo una enorme cantidad de productividad en todo el mundo.
De modo que ahora les voy a enseñar a ustedes cómo fundar un banco. Este tipo de bancos han sido ya establecidos en Suiza, Madagascar, África, las Filipinas, Polonia y Canadá. Han logrado tanto éxito, que el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional los están ahora atacando. En las Filipinas hay ya ataques provenientes del gobierno y de los periódicos. Puesto que las fuerzas que enfrentamos están atacando este tipo de sistema bancario, es señal de que el mismo es, al menos, interesante.
Cómo empezar
¿Cómo podemos fundar este tipo de banco en un  país? Lo que primero haremos es fijarnos en la gente. ¿Cuáles son sus reales necesidades? ¿Qué necesita realmente la gente en Madagascar? ¿Cuáles son las necesidades, las reales necesidades, las necesidades básicas mínimas para sobrevivir, dado que en la mayoría de estos países la gente no tiene lo necesario para vivir? Luego, después de habernos fijado en ellos, también deberemos aprender sobre su mentalidad. Tenemos que adaptarnos a la cultura y mentalidad locales.
El Crédito Social es la respuesta a las necesidades reales, a las necesidades básicas de estos países pobres. Después de haber aprendido sobre la gente, nosotros les diremos que tenemos algo que los podrá ayudar. No es una varita mágica que les dará el paraíso en la tierra, sino un sistema que les va a garantizar a cada uno un acceso a las cosas necesarias para la vida y ayudar a los países más pobres a que puedan usar sus recursos para salvar a su población.
Lo principal es apuntar hacia el Reino de Cristo y Su justicia: “Buscad antes el Reino de Dios y su justicia, y todo, lo demás se os dará por añadidura” (Mateo, 6:33). Esto es precisamente lo que estamos haciendo aquí con este sistema de intercambio local; estamos tratando con justicia, la Justicia de Dios. ¡Trabajad por la Justicia, y todo lo demás vendrá luego!
En este punto de mi discurso, me gustaría mostraros la moneda de cinco francos que está en uso corrientemente en Suiza. En uno de sus caras, se puede ver la Cruz Suiza, que representa el reino de Cristo, y en la otra cara, la justicia social representada por Guillermo Tell, el héroe nacional suizo y libertador de los pobres y de los oprimidos. En el canto, se puede leer esta frase latina: “Dominus providevit”: “Dios proveerá”, que se refiere específicamente al versículo del Evangelio de Mateo arriba mencionado.
En todos nuestros encuentros destinados a organizar bancos libres de deuda, tenemos que recordar a la gente que Dios es quien proveerá, que Él es realmente muy generoso. En las Filipinas, por ejemplo, se pueden realizar hasta tres cosechas de grano. Si usted toma una semilla de trigo, ella le dará a usted tres rondas con las que usted podrá recibir alrededor de 200 semillas. De modo que si alguien les da a ustedes 200,  pues diez les darán a ustedes 2.000; y mil les dará 20.000. Tres cosechas por año (20.000 x 3) rinden un 60.000 %. Y el banquero probablemente le dará usted un 6 % (de interés). Esto demuestra que Dios es más generoso.
Hay peces en el mar que ustedes podrán pescar. En la tierra, podrán cultivar, y la tierra es muy generosa. Ustedes saben que la tierra puede alimentar a una cantidad varias veces superior a la población mundial actual. No hay problemas para producir comida, el problema es la distribución. Por eso, es importante recordar cuán generosa es la tierra y también que hay bastante lugar en ella para todos.
En Suiza, como les dije, ese sistema de pequeños bancos trabaja. Hay también otro sistema en plaza: una moneda alternativa llamada “wir”, palabra alemanada que significa “nosotros”. Lo que involucra un sentido de comunidad. Esta moneda está en uso desde 1933, fue creada en plena crisis, y está funcionando muy bien. Es una moneda paralela. Pocos saben acerca de ella. Suiza, el país más pobre del mundo si se lo considera desde el punto de vista de sus escasos recursos naturales, es una de las naciones más ricas del mundo debido a su organización de pequeños bancos y esa moneda alternativa (o paralela).

La usura es condenada por la Iglesia
Ustedes saben asimismo que la Iglesia, la Iglesia Católica, siempre ha condenado la carga de intereses en los préstamos de dinero, llamada usura. De hecho, la doctrina social de la Iglesia, que provee de principios de justicia aplicables a las actividades humanas, es probablemente, de entre todas las enseñanzas de la Iglesia, la parte menos conocida. Y la parte menos conocida de las enseñanzas de la Iglesia, el secreto más guardado, es ciertamente la Encíclica Vix Pervenit de 1745 firmada por el papa Benedicto XIV y enviada a todos los obispos de Italia, y trata de los contratos; y en la misma la usura, o dinero puesto a interés, es claramente condenada. En 1836, el papa Gregorio XVI extendió esa Encíclica a toda la Iglesia. El texto de la encíclica fue destruido en varios países del mundo con el objeto de ocultar ese bien resguardado secreto de la doctrina social de la Iglesia. El documento expresa:
“El tipo de pecado así llamado usura, que se produce con el préstamo, consiste en el hecho de que alguien, usando como una excusa el préstamo propiamente dicho –que por naturaleza requiere de uno su devolución en la misma cantidad que uno había recibido– demanda recibir más de lo que es debido restituir, y consecuentemente mantiene que, además del capital, es debido un beneficio (ganancia) al préstamo en sí mismo. Es por tal razón que toda ganancia de esta clase que excede el capital es ilícita y usuraria”.
Y al efecto de no atraer sobre sí una nota de infamia, será inútil decir que esta ganancia fuera no excesiva sino moderada; que no es grande sino pequeña. Porque el objeto de la ley de préstamos es necesariamente la equidad entre lo que es prestado y lo que es devuelto… En consecuencia, si alguien recibe más de lo que prestó, incurre en la justica conmutativa de restitución...”.

Lo que se necesita para fundar un banco
Establecer un banco libre de deuda es muy fácil. Ustedes solamente necesitarán pequeñas hojas de papel o pequeñas libretitas, que llamaremos las “cuentas”, y un libro Mayor. En realidad, haremos lo mismo que hicieron las cinco personas del cuento de la Isla de los Náufragos, que comprendieron que podían crear su propia moneda. (Ver “la isla de los Náufragos, por Louis Even).
El siguiente sistema permitirá por ende a cualquier comunidad o villa hacer financieramente posible cuanto es físicamente posible en esa comunidad, es decir, crear tanto dinero como les haga falta para intercambiar bienes y servicios. Exactamente como en el cuento de la isla de los náufragos, ustedes podrán en principio utilizar un pizarrón y una tiza para explicar el sistema a la gente reunida en torno a ustedes, que desean formar parte de ese banco local y sistema de intercambio.
Luego, distribuirán ustedes a cada miembro de la comunidad una tarjetita tabulada, que será su cuenta de banco. Vea la figura 1, la tarjeta en blanco. Pueden utilizar cualquier tipo de tarjetitas para contabilidad hallables en los comercios, de un tamaño lo suficientemente pequeño como para que entren en el bolsillo o billetera. Ése será el dinero y, al mismo tiempo, la forma de crear dinero local sin interés.
Figura 1 Tarjeta en blanco

 Esto es muy importante de destacar: ¡sin interés!Distribuirán ustedes bolígrafos en los países pobres porque, a menudo, la gente no tiene allí tampoco con qué escribir. Ustedes escribirán sobre su tarjeta la información personal básica: su nombre, dirección, el número de orden de la tarjeta (similar al número de vuestra cuenta bancaria común), fecha de nacimiento y firma. La firma servirá de prueba de que usted es el titular de la tarjeta; y aunque la perdiese, nadie más podría utilizarla porque, como verá luego, sus firmas deberán estar en la tarjeta: la suya y la de aquellos con los que usted está intercambiando bienes y servicios, puestas cada vez que usted efectúe una transacción.

Apellidos

Nombre
Paul
Cuenta n

Dirección



Firma

Teléfono



F. nacimiento

Profesión





Fecha
Concepto
PAGOS
NUM
FIRMA
INGRESOS





















































































La primera cosa a hacer luego de que estas tarjetas hayan sido distribuidas es otorgar números a la gente. Esto quiere decir que cada uno de los que están en la habitación deberá tener su número, en series correlativas. El primer renglón tendrá el número 1, el segundo el dos, y así sucesivamente. Cada uno dice el número siguiente de la serie y cada cual escribirá su número en su tarjeta. Una persona a cargo del libro Mayor para la comunidad escribe todos los nombres en el libro, cada uno con su número correspondiente. Es como un equipo de fútbol –ustedes le dan un número a cada jugador y ese número se adjunta al nombre en la tarjeta.
Dependiendo del nivel de desarrollo de la comunidad, se puede agregar el número telefónico y la dirección de correo electrónico, si fueren utilizables. Se puede mencionar también su ocupación laboral y demás trabajos que suele realizar o servicios que ofrece. Esa información puede ser usada cuando uno quiere crear un catálogo de todas las mercancías y servicios ofrecidos en la comunidad. En el dorso de la tarjeta, se pone la dirección y número telefónico del banco local.
Ahora, en las demás columnas pondrán la fecha, el detalle de cada transacción, una columna que muestra el dinero que usted gasta (dinero fuera de su cuenta), el número de la cuenta y la firma de la persona con la que usted está comerciando, y una columna para el dinero que usted recibe. Como podrán ver, es bastante sencillo.
ApellidosSmithNombreTomCuenta n1
DirecciónAv. Smalltown 51  FirmaTom Smith
Teléfono(123) 444 55 55   F. nacimiento50/02/02
ProfesiónCarpintero    
FechaConceptoPAGOSNUM.FIRMAINGRESOS
05/06/2001Dividendo 0Gerente Banco100
05/06/200250 Kg manzanas502Paul Jones 
05/06/2002Silla 2Paul Jones10
      
      
      
      
      
      
      
      
      
      
      
Tarjeta- Figura 2
Ahora, para comprender cómo funciona, pondré un ejemplo para que lo vean (figura 2). La primera suma escrita en vuestra tarjeta constituirá una efectiva implementación del Crédito Social: un dividendo social, otorgado periódicamente (en forma mensual) a cada miembro de la comunidad, en representación de la herencia común de la riqueza de la comunidad (progreso, vida en sociedad, recursos naturales). Ese monto será determinado por la comunidad, y deberá cubrir las necesidades básicas de la vida. Así, en el primer renglón, ustedes verán una fecha, la razón (un dividendo), nada en la columna de egresos de moneda (marquen una línea; es dinero que ustedes reciben, no dinero que ustedes gastan), el número y la firma de la persona que les da ese dinero (en este caso, la firma del empleado o director del banco local, y a los efectos del ejemplo, el número “0” es el correspondiente al banco). Y en la última columna, de ingreso de dinero, está escrita la suma $ 100. El banco les ha dado a ustedes un dividendo de $100. Esta transacción ha sido igualmente anotada en el libro Mayor del banco.
Ahora en la segunda línea, permítanme suponer que Tomás Smith quiere comprarle a Pablo Jones 50 kilos de de manzanas, a un costo de $50. Usteden tienen la fecha de la transacción, el objeto (compra de manzanas), el monto gastado ($50), el número y la firma de Pablo Jones que es quien vendió las manzanas (a los efectos de este ejemplo, le fue dada la cuenta número 2). Pablo Jones firma en vuestra tarjeta, y ustedes firman en la de él.


ApellidosJonesNombrePaulCuenta n2
DirecciónCiudadela 3   FirmaPaul Jones
Teléfono(123) 444 12 12   F. nacimiento49/11/24
ProfesiónCultivador Manzanas    
FechaConceptoPAGOSNUM.FIRMAINGRESOS
05/06/2001Dividendo 0Gerente Banco100
05/06/200250 Kg manzanas 2Tom Smiths50
05/06/2002Silla102Tom Smith 
      
      
      
      
      
      
      
      
      
      
      


Tarjeta - Figura 3
Cada transacción siempre involucra dos tarjetas, y por ende, dos firmas. Así, una compra vuestra en vuestra tarjeta, será una venta en la de la otra parte del negocio. Si ustedes estudian la tarjeta de Pablo Jones (figura 3), el objeto del negocio será: “venta de 50 kilos de manzanas”), y los $50 serán anotados en la columna de ingresos, no en la de egresos. Y la firma de Tomás Smith aparecerá al final de la línea.
Ahora permítanme suponer que Pablo Jones tiene una silla que necesita ser reparada. Él sabe que Tomás Smith es carpintero. Lo va a ver, y Tomás y él acuerdan la reparación por $10. De modo que tendremos en ambas tarjetas el objeto del acuerdo (reparación de una silla), con el monto ($10) escrito en ambas tarjetas –como dinero que ingresa, en una tarjeta, y dinero que sale, en la otra. Y así se podrían realizar infinidad de ejemplos.
El sistema es dado a conocer a la gente durante la misma reunión para la fundación del banco. Lo mejor para ustedes es ahora practicar con tal tarjeta. Cuando las tarjetas hayan sido distribuidas, poned vuestro nombre en vuestra tarjeta –no necesitarán poner todos los demás detalles. Y haced negocios con vuestros vecinos. Comprad y vended. Y veréis que tendréis entonces en vuestras manos el mismo sistema de creación de dinero que utilizan los bancos; ellos hacen lo mismo aunque usando computadoras y libros mayores para sus cuentas bancarias, pero vosotros estáis haciendo la misma clase de transacciones sin necesidad de interés.
Luego, entrénense durante un tiempo con vuestros vecinos en cómo crear moneda local. Este capítulo es muy importante, y necesitarán gastar al menos quince minutos para este período de entrenamiento, hasta que cada uno en la habitación haya entendido. ¡Es muy importante! En las Filipinas, la gente joven se acerca a los mayores para enseñarles, algunos de ellos ni siquiera saben leer ni escribir. Pero son capaces de comprender el sistema a causa de que consiste únicamente en números. Aún cuando ellos no sepan escribir letras, saben escribir números.
Ustedes realizan un contrato  cada vez que crean dinero. Tienen, al mismo tiempo, la prueba del contrato, una firma, y el número para controlar doblemente la firma.

Ustedes están al frente

Y ustedes controlan el sistema. La creación de dinero está bajo vuestro control y bajo el de vuestra comunidad. Ustedes conocen a cada uno de los demás y pueden crear tanto dinero cuanto fuere necesario para vuestras necesidades. Lo que es físicamente realizable es financieramente posible. Vuestra comunidad nunca estará escasa de dinero
El sistema que están usando es el mismo que utilizan los bancos para crear dinero, ¡pero vosotros lo controláis! ¡Y vuestro control es sin cobrar intereses! Es muy barato. Es eficiente. Ustedes pueden crear cualquier suma de dinero en consonancia con la cantidad disponible de bienes y de servicios. Ustedes pueden intercambiar cualquier número o clase de mercancías y servicios. Y ustedes controlan todo el movimiento. Ustedes son los dueños del sistema de creación de dinero.

Y es aún más eficiente que el sistema habitual bancario, proque imprimir billetes de banco cuesta lo suyo. Un equipo de máquinas impresoras con tinta especial, papel especial, etcétera, cuesta por lo menos cien millones de dólares, y vosotros, con ese sistema vuestro ahorraréis ese dinero. Y es aún tanto mejor que un billete de banco porque el vuestro tiene vuestro nombre en él. Si perdéis vuestra tarjeta, alguien seguramente os telefoneará para devolveros vuestro dinero. Y la persona que encuentre vuestro dinero nada podrá hacer con él porque para hacer lo que fuere se necesita de vuestra firma. Es, verdaderamente, un dinero vuestro.
Ninguno de vosotros desposeerá a otro que haya perdido su dinero. Si el dinero (la tarjeta) es destruida por el fuego u otras causas, podréis reconstruir la tarjeta utilizanzo la información de las otras tarjetas. Todas ellas están consolidadas en el libro Mayor del banco. Eso significa que si vuestra tarjeta bancaria es destruida, vosotros podréis reconstruirla con las cuentas de los demás, puesto que las demás tarjetas tienen vuestro número de orden escrito al lado de cada operación que los otros han efectuado con vosotros. Podréis reconstruir vuestro registro y reclamar vuestros créditos; un método mejor aún que el de los billetes de banco. Y no tendrán, naturalmente, que pagar intereses. Lo que implica que cada operación será más barata en la comunidad porque, hoy, las tasas de interés matan a la gente.
Para ser dueño de un banco
En la reunión que he convocado para fundar un banco, le digo a la audiencia: “Entonces, ¿quieren ustedes ser propietarios de un banco? ¿Sí? ¿Quién no quiere ser propietario de un banco local? Asumo que cada uno de vosotros quiere ser dueño de un banco. Vosotros podéis ser propietarios de un banco, como lo hicimos en las Filipinas, Madagascar, Suiza y Polonia. Pero para llegar a ser propietario de un banco, ese banco necesita tener gerenciamiento. Necesita auditores. Entonces, necesitamos aquí gente que esté queriendo ser y esté dispuesta a ser, gerentes y auditores. Así que yo les pregunto: ¿quién querrá ofrecerse voluntariamente para ser gerentes y auditores del banco? Se necesitan cuando menos tres gerentes (un director, un secretario y un tesorero) y dos auditores (que verifiquen cada tanto la contabilidad del banco). Ahora, aquéllos que están queriendo ser y actuar como administradores de este banco local de propiedad de la comunidad local, por favor pasen al frente”.
Fue muy interesante comprobar cuánta gente estaba deseosa de actuar y de tomar la responsabilidad de manejar el banco. En Polonia, juntamos tanta gente en el podio del salón que fue, simplemente, increíble. En las Filipinas, también, una cantidad de gente se ofreció voluntaria para estas funciones. De modo que aseguraos de tener suficientes asientos en el escenario del salón y frente a la asamblea general de modo que los nuevos administradores y auditores puedan acomodarse todos. Es la comunidad la que elige las personas que formarán el directorio del nuevo banco, personas en las que podrán confiar y que tengan capacidad suficiente para el trabajo.
En Madagascar, fundamos un banco en las más pobres aldeas del país, y ahora estamos recibiendo grandes informes firmados por los administradores de cada uno de ellos. Ellos comprendieron, y tomaron la responsabilidad de su nuevo banco con mucha seriedad.
Ser el gerente de un banco local es muy fácil: su única función será manejar el libro Mayor. No se necesita una caja fuerte, ventanas a prueba de balas, camiones transportadores de caudales ni guardias de seguridad para transportar dinero, etcétera. La única cosa que deberéis tener en custodia en vuestra casa, es el libro Mayor.
Los precios
En esta etapa, vosotros poseéis la dirección general, tenéis auditores, y entonces convocáis una asamblea general. Es aquí importante poner por escrito los precios razonables de las mercaderías básicas y los servicios del área. Eso deberá decidirlo la asamblea general. Es de la mayor importancia poner por escrito cómo serán distribuidas las ganancias dentro de la comunidad, porque cada banco puede crear moneda como cualquier otro, para realizar inversiones para la producción de bienes. Así la gente, cuando tengan cada uno una cantidad de ingresos en sus tarjetas, podrán invertirlos en proyector, y esos proyectos podrán dar más abundante producción. De modo que es necesario poner por escrito cómo serán distribuidas las ganancias de esta abundancia. De este modo, la gente estará más dispuesta a compartir.
En las Filipinas, por ejemplo, un productor de arroz que comprendió muy bien el sistema, firmó un contrato para repartir el 70% de las ganancias de su producción arrocera con la asamblea general, quedándose solamente con el 30% de las ganancias para él. Resultó realmente asombroso para mí presenciar tal generosidad. Un sacerdote me explicó que cuando no hay intereses cargados a los precios, cuando no hay usura, los productores son felices porque, en esos países, la usura puede sobrepasar el 1.000% anual. O sea, el 20% semanal. Y al tener nosotros un banco local exento de usura, todo el mundo es feliz, y cada uno se anima a repartir más. Así que todo este dinero no va a parar al prestamista, que no hace nada salvo cobrar el 1.000% anual.
Un sistema que funciona
Este sistema nos recuerda la parábola del administrador deshonesto. Recordad del Evangelio de Lucas (capítulo 16) la parábola del administrador deshonesto diciéndoles a los deudores de su patrón: “Aquí está vuestro pagaré. Sentaos y rápidamente escribid la mitad de la suma que debéis a mi patrón”. La única diferencia es que con nuestros bancos locales “libres-de-deuda”, todo se realiza con honestidad. ¡Y funciona! De hecho, funcionan tan bien en las Filipinas que nosotros tenemos ahora más de 15 bancos locales (a marzo de 2005). Y algunas personas de clase media y otras gentes que dicen ser del gobierno (de las agencias de control de población) están ahora atacando el sistema. Eso hace un montón de propaganda, de publicidad. Esos ataques, en realidad nos favorecen porque desparraman información sobre el sistema, y ya todo el mundo está hablando de él.
Es en el amor al dinero donde se hallan las raíces de todo mal, y con este sistema, disminuye la sensación de dinero en tu bolsillo. De esta manera, tú amas menos tu dinero, porque éste es ahora nada más que un medio para facilitar los intercambios. Ustedes podrán intercambiar toda clase de bienes y servicios. Y no podrán amar tan fácilmente un trozo de papel que contiene nada más que vuestra escritura manual y las firmas de otros. No es tan fácil amar ese trozo de papel como a una barra de oro, o monedas o billetes de banco. Es realmente una forma de evitar aquel amor por el dinero que es la raíz de todos los males.
Una regla para crear dinero
Esta tarjeta, este sistema también te proporciona una regla para crear moneda. Así como tenemos una regla para medir metros o pies, tú tiene una regla para crear el dinero necesario para la vida comunal local. Con este sistema, tú puede allegar dinero para las necesidades básicas de los más pobres. El dividendo tiene que ser aceptado por la asamblea general. Normalmente, recomendamos dar un dividendo como mínimo igual a la suma necesaria para cubrir las necesidades básicas para la vida de los más pobres, los enfermos, los ancianos que forman parte de la comunidad bancaria.
Y eso funciona. Por ejemplo, en las Filipinas han elegido un dividendo de valor de 100 dólares de EE. UU. Y el sistema local económico ha experimentado un gran avance porque ése es dinero suficiente en el sistema.
Distribuya las noticias
Estamos buscando gente que sea capaz de ir por el mundo para distribuir las buenas nuevas. Estas buenas noticias hacen más ricos a los pobres. También hace posible el desarrollo del lugar. También habilita a los pobres para tener más dinero del que necesitan para sus necesidades materiales de la comunidad local. Es, realmente, un instrumento de liberación.
Naturalmente, en este proceso, usted necesita orar; por lo que nosotros siempre les pedimos a la gente que recen antes de cada reunión. Y a causa de las oraciones del Rosario, a causa de las oraciones de todos los creditistas desde la fundación del Movimiento del Crédito Social, se están produciendo muchos frutos.
Necesitamos trabajar rápido. Por ejemplo: en las Filipinas, el desarrollo es rápido porque un banco local solo es ya un montón, pero si está solo, no es suficiente. Es necesario distribuirse en un nivel regional y en torno a una ciudad, por ejemplo. De este modo se podrán intercambiar todas las mercancías, la comida, los servicios; se podrá intercambiar todo lo necesario para las necesidades básicas de la vida. Y está sucediendo en las Filipinas que el desarrollo se está dando tan rápido como es posible. Estamos realmente asombrados de que ellos hayan comprendido tan bien la coda con tan sólo un mes de entrenamiento. Realmente han abierto más bancos que nosotros cuando estábamos allá.
Ahora lo que necesitamos es gente que viaje por todo el mundo para enseñar esta idea a los demás.
Artículo publicado en la edición junio-julio de 2005 del periódico “Michael”.